No fue Obama sino Jesús, hijo de Dios, quien dijo que no vino a ser servido sino a servir. Y así lo hizo, predicando con el ejemplo.
No se cómo es Obama ni tampoco se si será buen mandatario, pero lo cierto es que fue primero pintor que Presidente y predicó no con las palabras sino con su actuación. Esto es ser revolucionario y demostrar que se quiere el cambio.
Esto dice un "lead" periodístico:
Barack Obama se convirtió en el "pintor en jefe" en una casa de acogida de vagabundos, como parte de una jornada dedicada al servicio a los demás en honor a Martin Luther King.
En este día, otros políticos tal vez estarían preparando un discurso que entrará en la historia, pero Obama se quitó la chaqueta, se arremangó una camisa impecablemente blanca y metió el rodillo en un recipiente de pintura azul celeste.
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