Los lápices de colores son necesarios para dibujar, pero también sirven como parte importante de una escultura, como la del artista Jennifer Maestre. Su idea surgió al observar los erizos del mar, que le inspiraron para crear estas obras con superficies puntiagudas. Cada obra se necesita 200 piezas pero aun que en una llegó a requerir cinco mil. La escultora compara su trabajo con el de hacer una miniatura, ya que necesita cortar los lápices en varios tamaños y juntarlos con precisión, llevándose entre una semana y dos meses dependiendo de la escultura.
Ver galería completa en: Jennifer Maestre
No hay comentarios:
Publicar un comentario