SpY es un artista madrileño que conserva su anonimato. Sus primeras actuaciones se remontan a mediados de los ochenta. Poco después, ya consagrado como referencia en la escena del graffiti, comenzó a trabajar con otras formas de comunicación artística en la calle: carteles gigantes, publicidades modificadas, intervenciones que a principio de los noventa resultaban experimentales.
Su trabajo consiste en la reapropiación de elementos urbanos con una voluntad de juego, elementos que transforma o replica e instala en la calle. Toda su producción nace de la observación del entorno urbano, un sentido agudizado por años de experiencia como artista de graffiti. La cuidadosa atención al contexto de cada pieza y una actitud constructiva y no invasiva caracterizan inconfundiblemente sus actuaciones.
Las obras de SpY quieren ser un paréntesis en la inercia autómata del habitante de la ciudad. Son pellizcos de intención que se esconden en una esquina para quien se quiera dejar sorprender. Cargados a partes iguales de ironía y un "humor positivo", aparecen para contagiar una sonrisa, incitar una reflexión, favorecer una conciencia un poco más despierta.
El toro intervenido por SpY
La corrida de toros es un espectáculo en el que participan varias personas para lidiar un toro bravo. El espectáculo concluye con la muerte del animal y sigue una determinada serie de actos de estricto protocolo tradicional regidos por una intención estética. Las corridas de toros son consideradas expresión de la cultura ibérica.
Esta silueta negra de toro de 14 metros es considerada el símbolo no oficial de España. Una de las más grandes compañías de vinos de Jerez los comenzó a erigir en 1956, negros y con el logotipo de la marca, como vallas publicitarias de carretera.
En 1994 se aprobó una ley que prohibió las vallas publicitarias en carreteras. La celebridad que para entonces habían alcanzado resultó en una defensa por parte del público que permitió la permanencia de los toros, aunque pintados de negro para eliminar toda referencia a los anunciantes originales. Los tribunales permitieron su permanencia por su "significancia cultural o estética" y por haberse convertido en parte del paisaje, transformándolos así en figuras de dominio público. (de Wikipedia)
- Lean la entrevista que le hizo a SpY elpais.com
- Visiten la página del artista: SpY.org.es
La nariz roja en la foto del aviso de un alcalde.
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