En un capítulo de la serie de televisión 'Dexter' (*), el protagonista era un asesino muy simpático y atractivo. Muestran allí que su carrera criminal se inició cuando era niño, matando al perro del vecino porque ladraba por la noches y no dejaba dormir a nadie.
Es bueno preguntarse ¿Matar un perro es -desde el punto de vista criminal- una buena iniciación de todo asesino? Si es así, hay que repudiar estos hechos.
También hay que rechazar a quienes irrespetan a los ancianos, se burlan de los niños, echan basura en las autopistas o en las calles y también a quienes le pegan a los mendigos, se cogen el vuelto en los supermercados, lanzan piedras a los carros, motorizados que les dan golpes a los carros, conductores de autos que tumban a ciclistas y motorizados, personas que comen con la boca abierta, gente que escupe en las paredes y orina en las aceras, caminantes que atraviesan las calles en diagonal, hacer dibujos de vaginas y penes en los baños, violar los semáforos, romper los asistos de las busetas, rayar los carros, usar agua y otras sustancias nocivas en carnaval ...
Una abogada, Donotila Hernández, decía hace algunos meses al diario El Carabobeño de Valencia, que diversos factores influyen en los altos índices de inseguridad que se vive en el país y destacó el daño que se hace a los niños y adolescentes:
"Existe una población vulnerable, desde el punto de vista físico y su desarrollo biológico, porque pueden ser influenciados por factores externos.Nuestra sociedad se ha venido desarrollando, en un ámbito más creciente de violencia, y esto influye sobre el comportamiento futuro del niño. Si nosotros hablamos de abandono, de desnutrición y de maltrato, debemos decir que esos son elementos que han influenciado en el incremento de conductas inadecuadas en los niños y adolescentes.".
Con relación a los niños, tenemos la posibilidad de cambiar esas condiciones que han venido influenciando en los muchachos,y que crean las condiciones para que terminen en la calle consumiendo drogas e incluso traten de robar y matar para poder subsistir y luego por placer, pero es preciso educar, sancionar y con el tiempo llegar a la cero tolerancia.
En conclusión, cuando muere un perro -o cuando se organizan peleas entre canes- hay que preocuparse y luego ocuparse, porque en ese instante se ha golpeado la cosmovisión de un niño.
(*) En Dexter, capítulo 1, hay otro asesino en serie, muy pulcro también, que deja en la nevera a Dexter una Barbie troceada. ¡Qué belleza!
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